jueves, 11 de marzo de 2021

Según Hans, cuando decís Para siempre es cuando empieza a terminar. O al menos él creía esto tiempo atrás. Contado en tercera persona.

Hans estaba en la China con su ex y toda su familia, cuando "el resto de mi vida" empezó a desaparecer. Como el agua en una pileta, cuando alguien saca el tapón del fondo. Ese remolino y ese sonido de que todo ese agua transparente se va por un caño oscuro. Estában en Shanghai, durmiendo una siesta, a la noche íban a salir a cenar a un lugar muy lujoso. Con ellos, me contaba Hans, todo era muy lujoso todo el tiempo. Ella dormía y él despierto, mientras miraba una fuente en un jardín zen que había afuera del cuarto. Quería frenar el tiempo ahí, que todo quede como congelado mientras seguía despierto. Todo lo que había proyectado con ella se desvanecía ahí mismo, a miles de kilómetros de casa... y recordó, Ya ni casa tengo, no tengo dónde volver. Sus cosas estaban en un depósito. Dejó la casa que alquilaba justo antes de viajar, y el resto de sus objetos, libros y ropa, en la casa de su madre. Hans estaba del otro lado del planeta, sin rumbo, con una familia que no era la mia (y que cada vez lo era menos), y sin poder hablar de esto con nadie. Se escribía con un amiga, Gretel, y le respondía que disfrutara del viaje, que cuando vuelva iba a ver qué hacer. El presente, en el presente. Trató de hacer eso. La verdad que es inutil estar en un subte o en un tren bala yendo a Beijing pensando qué hacer de su vida después del presente. Mientras, Hans escribía en un cuaderno opciones de vida. Con ella no paraban de discutir, hasta en la muralla China, rodeados de nieve, siempre surgía algo para discutir. Hans estaba más perdido que nunca. Un poco se sentía como estar en un agujero negro, un momento en que mucho no podés hacer, sólo esperar hasta que te saque del otro lado, en otro universo (ver idea de Worm hole). // Disfrutá el viaje. Y menos mal, ahora está feliz en este nuevo universo. Todo lo que lo atormentaba quedó del otro lado. Cada tanto me manda mensajes encriptados desde el otro universo. Todo está bien me dice.