jueves, 25 de marzo de 2010

Diálogo entre dos lectores de Oscar Wilde.

-Ei, creo que tus flores se enamoraron de mi planta, va, mi planta de tus flores.
-Cómo sabés?
-A la mañana, cuando me despierto, las ramitas de mi planta están apuntando a tus flores. Tocándolas. Entonces la doy vuelta para que la planta no pierda su forma, pero a la mañana siguiente, las ramas que abrazan a tus flores son las del otro lado. Da igual donde la deje, porque las ramas de mi planta apuntan siempre a tus flores. Tengo miedo de que cuando te las lleves, mi planta se ponga fea.
-Y bueno, dejémos mis flores ahí en tu casa.
-Y cuando mueran? Qué va a pasar con mi planta?

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