sábado, 2 de enero de 2010

El mago.

Una vez, en la casa de unos amigos, no me acuerdo qué festejábamos, pero éramos mucha gente y habíamos comido una torta medio extraña. A eso de las cinco de la mañana llegó un tipo de traje negro y camisa negra, sin corbata. No lo conocía, pero me pareció de esas personas que caen siempre bien, sin maldad, y que hasta la peor desgracia se la toman con una sonrisa. Asique tuve confianza para hablarle.

Yo estaba sentado en el piso, solo, y cuando lo vi entrar grité: Llegó el mago!
Porque qué otra cosa podría llega a las 5 de la mañana a una fiesta en una casa, vestido de traje negro, sin corbata y un maletín?
En fin. No era mago. Pero conversamos un rato largo.

Hace unos meses me lo encontré y me contó que estaba estudiando magia y me mostró algunos de sus trucos. Me hizo reír mucho y nos hicimos muy buenos amigos.

1 comentario:

  1. A mi también me pasa. Hay veces que solo con observar a una persona me doy cuenta de que es buena onda.

    Por ahí es por la postura o ciertas expresiones de la cara. La verdad que ni idea,no se que tienen.

    Yo generalmente al principio doy la impresión de que soy seria y tímida. Después se asustan. :p

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