miércoles, 9 de junio de 2010

La primera frustración de mi vida.

En el primario una vez fui a la feria del libro. Íbamos todos los años, pero fue la primera vez la que lo cambió todo, y nunca fue lo mismo después. De hecho, a partir de ese momento que intento no ir. Y cuando voy, suelo no entrar, salvo un día que a mi abuelo se le ocurrió publicar un libro y lo hizo. Simplemente prefiero quedarme dando vueltas por los stands de Plaza Italia, justo en frente, con sector fumador, mejores libros y ediciones, y bastante más baratos.-De hecho también se llama Feria del libro-.

Volviendo a lo central, tenía 6 años y algo así como 10 pesos y compré un libro. No me acuerdo cuál. Pero quien me lo vendió me dijo "ya te traigo la factura". Al lado mio estaba un amigo, que supo ser muy amigo, hasta que nos separamos de grandes. Hablé una vez con él, hace poco. Me dijo que estaba yendo a una de esas iglesias de brasileros. No lo podía creer. Quien era como Govinda a Siddartha, ahora estaba totalmente alienado y lejano. Cuestión que nos miramos sorprendidos. Felices, casi lagrimiantes. No podíamos creer que comprando un libro nos dieran una factura.
La frustración vino segundos después.

2 comentarios:

  1. Si te digo que cuando conocí/encontré tu blog lo leí hasta que ya no había más entradas quizás no me creas. Igual te lo quería dejar asentado. Me gusta mucho como escribís.

    Un beso.

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  2. Muchas gracias! También me gustó tu post de la playa. Dejé un comentario. Suerte.

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