jueves, 4 de junio de 2015
Desde que murió Steve Jobs nada funciona bien.
No es lo que era antes. La actualización no es mejor que antes... Todo dura menos… todo es como… buuf. Hablo metafóricamente, porque desde que murió Steve Jobs, ya nadie habla metafóricamente. (Siempre que digo metáfora me acuerdo del Cartero).
Y... justo ese día pasó esto también. El dueño llega a la librería y ve que ha sido asaltado. La puerta rota. Qué lo tiró. UH, dice. Entra, abre la caja y estaba todo bien. Mira alrededor y ve que estaba todo bien. Pensó que los chorros entraron y, como no era claramente un banco, se fueron. Capaz los ladrones eran ciegos, qué se yo. Arregló el vidrio ese mismo día (tenía un amigo vidriero que lo arregló al toque). Pasó el tiempo, tomó mate, y de golpe le entró una venta por MercaLibre, y al otro día pasó el comprador a retirarlo. El vendedor va a buscar el libro a la estantería, donde estaba quieto hace años y ve que le falta. Upa, y dónde está? Anonadado se pone a atar cabos. Era una biografía de Steve Jobs lo que le habían robado. Le ofreció una del man de Microsoft a mitad de precio. Pero no era lo mismo. El tipo al final se llevó uno de Julio Verne.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿Y te diste cuenta que desde que murió Spinettta las ojas no vuelan más con el viento...?
ResponderEliminar