miércoles, 27 de mayo de 2020
martes, 19 de mayo de 2020
El amor que pasa en tu mente. Between two buttery slices.
Al horno. Esa receta que leí decía ...Between to buttery slices, y sentí, como cuando estás en el sur, y decís, Qué gran lugar, ahí protegido. Entre dos buttery slices. No puedo parar de decirlo. El sánguche tenía como una salsa blanca y un poco de espinaca y queso parmesano y un poco de gruyere (eso lo imaginé). Qué más querés de esta vida? Si ese sánguche no te hace olvidarte de todos los problemas pelotudos de tu vida diaria. Si tan sólo las sesiones de terapia tuviesen ese... between two buttery slices... Lo dije otra vez. Suspiros.
lunes, 18 de mayo de 2020
Reunión de E.A. (Enamorados Adictos).
...recuerdo algo más, tenía todo tanta intensidad entre los dos, déjenme contarles otra historia más, sé que es una por persona, pero esta me encanta, porque estábamos cocinando y empezamos a apretar y apagamos las hornallas y bueno, pasó de todo, por toda la casa, cuestión que terminamos arriba de la mesa del comedor. Ahí fue el último suspiro de ambos y ahí quedamos, acostados a lo largo de la mesa grande. Se fueron apagando las velas, la cena se enfrió en la sartenes sin ser comida, el vino abierto y por la mitad. Empezó a hacer un poco de frío, lo sentí en su piel antes que en la mía, y estiré mi pie como buscando algo: recordé que había dejado mi campera en una de las sillas, y la agarré con el dedo gordo y la fui subiendo hasta poder agarrarla con la mano derecha, mi otro brazo estaba debajo de su cuello, sosteniendo su espalda con mi mano abierta, para que no se cayera, y nos tapé con la campera. Dormimos ahí unas largas horas, cuando de pronto empezó a amanecer. la desperté con todo el amor del mundo, y nos fuimos al cuarto. La volví a tapar y dormimos hasta que nos dio ganas de recorrer toda la casa otra vez, haciéndolo en todos lados, para terminar durmiendo otro rato en el sillón del living. Así pasábamos el tiempo.
A los pocos días, no sé qué pasó, pero ella de pronto no me quería tanto, no le brillaban los ojos cuando me veía. No había pasado nada puntual, tal vez yo estaba muy enamorado. Tan enamorado como para generar esa estática que generás cuando raspás las zapatillas con una alfombra y tocás una tubo de metal y te da una patada. Posta no sé qué pasó, no entendí, y me quedé ahí, bajo un poste de luz, como esperando un bondi que hace tiempo paraba ahí, pero que ya no: habían cambiado la parada a otra calle. / Fragmento de una reunión de E.A, que oí cuando estaba al lado, en mi reunión de C.C.A (Confección y Costura del Alma).
A los pocos días, no sé qué pasó, pero ella de pronto no me quería tanto, no le brillaban los ojos cuando me veía. No había pasado nada puntual, tal vez yo estaba muy enamorado. Tan enamorado como para generar esa estática que generás cuando raspás las zapatillas con una alfombra y tocás una tubo de metal y te da una patada. Posta no sé qué pasó, no entendí, y me quedé ahí, bajo un poste de luz, como esperando un bondi que hace tiempo paraba ahí, pero que ya no: habían cambiado la parada a otra calle. / Fragmento de una reunión de E.A, que oí cuando estaba al lado, en mi reunión de C.C.A (Confección y Costura del Alma).
jueves, 7 de mayo de 2020
La cinta transportadora de los aeropuertos largos.
Lo que más me gustaba era verte dormir. Era la paz, el ojo de la tormeta. Tu cuerpo quedaba donde estabamos, pero tu vida estaba en otra matrix.
En el avión, camino a Asia, me acuerdo acomodar tu cabeza con unas almohadas para que no sintieras la falta de mi hombro, quería pararme, ir hasta el fondo del avión. Todos dormían, vos más que nadie. Pero era de día en Africa y quería ver x la ventana. Me sigue resultando increible volar, ver las formas de la tierra, las formas de las nubes y las olas desde tan alto, siempre quise tratar de ver una ballena gigante. Por la ventanita del fondo de la puerta de salida, me quedé viendo un buen rato la costa africana, la playa vacía, un bosque y después la entrada a la eternidad del Sahara, y me quedé imaginando a la gente perdida en el desierto, caminando sin saber la dirección, Me sentí perdido en el desierto. Vi pueblos en el medio de la arena. Claramente hay personas que ahí no se pierden. Volví al asiento después de un rato, y puse mi hombro donde estaba antes, vos ni te diste cuenta. Me encantaba verte dormir, y acariciarte, peinarte, darte un beso en la frente. Todo eso que tal vez en algún plano inconsciente se siente, pero que cuando estábamos los dos despiertos dejaba de existir y peleabamos por cualquier cosa. Que buenos estaban esos momentos de paz, de no pensar, de no tener que ir a ningún lado, de estar en un avión, sin tener que hacer nada para llegar donde íbamos. Ahí estábamos, quietos en algo que se mueve, perdiendo el presente mientras alguna energía nos llevaba para adelante.
En el avión, camino a Asia, me acuerdo acomodar tu cabeza con unas almohadas para que no sintieras la falta de mi hombro, quería pararme, ir hasta el fondo del avión. Todos dormían, vos más que nadie. Pero era de día en Africa y quería ver x la ventana. Me sigue resultando increible volar, ver las formas de la tierra, las formas de las nubes y las olas desde tan alto, siempre quise tratar de ver una ballena gigante. Por la ventanita del fondo de la puerta de salida, me quedé viendo un buen rato la costa africana, la playa vacía, un bosque y después la entrada a la eternidad del Sahara, y me quedé imaginando a la gente perdida en el desierto, caminando sin saber la dirección, Me sentí perdido en el desierto. Vi pueblos en el medio de la arena. Claramente hay personas que ahí no se pierden. Volví al asiento después de un rato, y puse mi hombro donde estaba antes, vos ni te diste cuenta. Me encantaba verte dormir, y acariciarte, peinarte, darte un beso en la frente. Todo eso que tal vez en algún plano inconsciente se siente, pero que cuando estábamos los dos despiertos dejaba de existir y peleabamos por cualquier cosa. Que buenos estaban esos momentos de paz, de no pensar, de no tener que ir a ningún lado, de estar en un avión, sin tener que hacer nada para llegar donde íbamos. Ahí estábamos, quietos en algo que se mueve, perdiendo el presente mientras alguna energía nos llevaba para adelante.
lunes, 4 de mayo de 2020
Entrando en la melancolía, en 3, 2, 1...Lluvia, Bill Evans, pucho y mirar x la ventana. I´m in.
Queriendo salir de mi mente, veo en el cielo que una nube le dice a la otra mientras llueven juntas:
-Qué es lo que extraño? Porque te extraño pero no sé bien qué. Desde el lunes pasado que no llovemos juntas. Me extrañás vos? Qué extrañás? Estábamos bien? O estamos mejor ahora?
-Bueno sale el sol. Nos vemos la próxima!
Pero era un día de esos que llueve con sol. Así que se quedaron lloviendo juntas un rato más. Sin hablar.
-Qué es lo que extraño? Porque te extraño pero no sé bien qué. Desde el lunes pasado que no llovemos juntas. Me extrañás vos? Qué extrañás? Estábamos bien? O estamos mejor ahora?
-Bueno sale el sol. Nos vemos la próxima!
Pero era un día de esos que llueve con sol. Así que se quedaron lloviendo juntas un rato más. Sin hablar.
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