Basta, le dijo y él se detuvo y ella le respondió a su actuar, Basta no. Basta seguí.
Y el hombre lento que por ahí andaba cuenta que una vez una señorita le tocó su mano para ver si estaban tan frías como las suyas y después le dijo que su boca estaba fríamente seca, y nuestro hombre lento le recomendó que buscara una estufa y le señaló una farmacia para la sequedad de su boca.
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Desde La Paz.
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Y si vas a ir a la Capilla Sixtina, meá antes de entrar.
martes, 4 de enero de 2011
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basta seguí!
ResponderEliminarEl basta seguí me confunde. Deja de confundirme!
ResponderEliminaraguante la farmacia :)
ResponderEliminarjaja
...traigo
ResponderEliminarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
GERMAN
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE ALBATROS GLADIATOR, ACEBO CUMBRES BORRASCOSAS, ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.
José
Ramón...
Gracias por los comentarios. Estoy ahora en Cusco y realmente no tengo ganas de escribir. Vuelvo en dos semanas con mucho material. Gracias a todos. Marya, seguiré tu blog. Gracias José por el poema. Te recomiendo a Rilke y a Carver, obviamente.
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