En un local donde nunca pasa nada, y sobre todo porque nadie sabe qué carancho son las cosas de charcutería porque en su sonido nada tienen que ver con su materia prima, uno de los empleados ve entrar a su compañero que llega 20 mintuos tarde, sonriente hasta donde existe el infinito.
Hay gente chismosa y hay gente. Y este, parte del segundo grupo, le dijo algo así:
-Si te pasó algo muy bueno guardátelo.
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De Nacho:
No me cuentes más nada, estate solo con las cosas que te pasan y no te fabriques ninguna imagen para poder contarlas. Cada vez que me confiás un detalle estás dando un pequeño paso atrás sobre tus expectativas. Cada confirmación, cada captura de ese momento es una claudicación. De todas formas no me tomes muy en serio.
Él -Si no tuvieramos estas cartas por mail estaríamos internados en un loquero.
Yo -Qué lindo sería eso.
jueves, 23 de diciembre de 2010
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