lunes, 13 de diciembre de 2010

Historia de un señalador.

Me cuenta mientras amasa. Yo estaba de franco esa noche. Me dediqué a llenar nuestras copas.

El cuñado de mi suegro falleció. No lo conocí, pero me contaron que sólo tenía una valijita y unas cajas llenas de libros. Se les ocurrió que yo podía quedarme con las cajas, soy el único que lee algo de la familia. Las recibí con gusto. Tenía libros muy buenos y muy raros, de esos que hacen mal, que es precisamente lo que buscamos en los libros nosotros. Va que leo uno y doy con un señalador. Era la foto recortada de un tipo en bolas. Y ahí supe que nadie espera morirse en lo pronto, y por eso guarda esas cosas sin pensar que nadie va a encontrarlas nunca. Y no sé quién era el de la foto. Tal vez era él, pero como te dije, nunca lo conocí. Pero el tema no es ese, el tema es que guardé ese libro tal cual estaba entre los mios junto a todos los otros, y ahora no recuerdo qué libro era ese, el del señalador. Y pienso, cuando yo muera alguien va a revolver mis libros y va a dar con ese señalador, pero yo no voy a poder explicarme, voy a estar muerto. Qué va, qué diferencia hace. Qué divertirdo es entenderse solo.


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El idiota quiere más. El inteligente quiere menos. Gran frase "Estás perdiendo el tiempo, pensando, pensando."
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Un niño entrevistado saliendo de un chino.
"Es muy bueno que hayan cambiado el envase del Kinder sorpresa. Ahora no te viene roto como antes. Muy bueno."

1 comentario:

  1. me encanta.violento como revolver las pertenencias de un muerto hay pocas cosas.como vestir y desvestir a un maniquí. o no. nosé. por cierto acabo de caer por acá así que permiso pienso quedarme un rato más

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