domingo, 26 de diciembre de 2010

Imágenes a un costado de la vía.

Prefiero bordear la vía y hacer unas cuadras de más,
mientras el día está cargado de sol imposible,
camino y escucho y mientras más gente haya quejándose,
más a gusto me sentiré yo.

Camino por la mitad de una calle empredada,
Veo a una madre que anda junto a su hijo destrozado por las drogas.
Sé que él todavía siente detrás de esas ropas ridículas con que ella lo vistió.
Sé que todavía siente, porque me miró y vi detrás sus ojos el arrepentimiento
de haber viajado hasta tal infierno y no haber traído más que montañas de dolor.

Al margen.
Afuera de un supermercado acaba de comenzar una manifestación.
Empleados despedidos reclaman un mejor... saludo.
Adentro, delante de mí, dos señoras luchan por un lugar en la fila.
Por los parlantes del monstruoso local, suena a todo lo que va Gingle Bells como si esto fuese Nueva York,
y estoy tan bien en este escenario repletamente ridículo.

Y te cuento porqué. Hace unos días cruzamos la enorme avenida a los besos sin mirar los autos, ellos frenaban a ver el gran espectáculo, sus bocinas eran estrellas callendo a nuestro lado. Ella confiaba en mí, y yo en ella, porque en ese lugar, el viento y la luz, le hacían igual de mal que a mí.

Y un gordito de Ohio con la boca atestada de papas fritas dice: What the hell is this man saying?

1 comentario:

  1. Me gusta la frase "...camino y escucho y mientras más gente haya quejándose,
    más a gusto me sentiré yo"

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