jueves, 2 de diciembre de 2010

Embalado sobre rieles de acero.

Dos escritores y sus poderes descansan en un taller mecánico mientras arreglan su Voiture.

-Yo que vos me cuidaría con las palabras que le decís a ella, como los buenos boxeadores cuidan sus puños. Tenés que ser conciente que manejás las palabras con otro arte, distinto al que usa ella. Quiero decir, nosotros usamos la palabra como un boxeador profesional hace uso de su puño, sabemos que llega y que causa efecto. Es un juego muy lindo y excitante.
-La piña a veces termina dando en nosotros mismos. Sufrir es tanto más interesante. A veces la siento a ella como una gillette en mi panza que corta cada vez que respiro. Otras es todo el cielo.


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La recepcionista pidió otro resma como una ninfómana pide otro orgasmo.
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Gracias Carli. Siempre un placer. Ves lo que digo? La sensación de la gillette es más profunda que la del cielo. Consecuente, como el título. Me sacaste una sonrisa puto, cómo se te ocurre hacerme eso?

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