Conocí a una persona que fue encontrada muerta, por la encargada del edificio donde vivía. Había fallecido 2 semanas antes. El olor a podredumbre que emanaba del cuerpo llamó a la encargada y a los vecinos a entrar a la fuerza.
Cuando pudieron despegarla del piso tuvo su funeral.
Acudieron más de cien personas que lloraron por su ausencia.
pd. Dedicado a vos (QEPD. Me reservo tu nombre) y dedicado también al Libro de los abrazos, de Eduardo Galeano.
lunes, 1 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario