jueves, 17 de septiembre de 2009

Cuando la necesidad de sentir sobrepasa el sentimiento real.

“Estuvimos nada más que una semana juntos. Yo no hablaba casi nada y ella me decía de todo, hacía muchos planes. Un día estaba en la agencia y nos pusimos a chatear.
Yo seguí sin poder decir nada y ella escribía y escribía. La barrita del scroll se achicaba cada vez más y no sabía en absoluto qué decirle, pero mientras leía lo que ella escribía, pensaba que lo nuestro no daba para tantos renglones.”



Escrito por David, en su blog davidnahon.blogspot.com sobre algo que le conté hace tiempo antes de una buena cena casera.

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