jueves, 2 de julio de 2020

Mudanza día 1. Tomé café en un cuenco tibetano y whisky adentro de un mate. En el próximo viaje traigo las tazas y los vasos.


Sigo usando tu remera para dormir, la que me prestaste esa vez que fuimos a dormir a tu casa te acordás, que pensábamos que íbamos a ir a la mía, pero en la mía hacía tanto frío que preferí manejar hasta la tuya para que estés más abrigada. Recuerdo lo friolenta que sos. A mí nunca me afectó tanto el frío.

Estoy mejor igual. Lo juro. Ya no pienso tanto en vos. Igualmente no entiendo por qué hay más gente rubia ahora en la calle, o el modelo de tu auto, hicieron más de golpe? Lo veo siempre. Siento que desarrollé un arte encontrando las letras que forman tu nombre en casi todas las palabras que leo. Sí, te pienso, todavía edito y retoco fotos viejas. Y qué.

Igual no nos llevábamos tan bien, lloraba bastante seguido, y a vos la relación te psicosomatizaba en la piel. La última vez que te vi, que me trajiste lo último último que quedaba en tu casa ya estabas radiante. Cuando estábamos juntos no sabía qué hacer conmigo, me perdí tanto a tu lado, que ahora soy otro. No sé qué criptonita atrapaba mi mente que no podía pensar ni hablar. Pero te extraño. No extraño la parte de estar mal, pero sí extraño abrazarte, porque te vi feliz y muy de cerca, y no supimos mantener el dial ahí, en esa frecuencia perfecta de amor profundo en surround, hd total, incondicional. Después todo fue miedo, inseguridad, oscuridad, tristeza... odio. Pero de Santorini no me olvido. Teníamos el mejor cuarto de toda la isla, con la mejor vista, ahí pensé que capaz seríamos papás, porque no salimos de ese cuarto, tal vez si era nena podíamos ponerle Grecia? No me olvido de haberme sacado una visa y un pasaje para cruzar el Pacífico a verte una semana. Una semana. Para vos era tan normal viajar, o estar siempre en otro lado. Vos también largaste todo y te volviste. Le pusimos huevo, hasta fuimos a un terapeuta juntos. Vimos eclipses. Todo en un año. Proyectamos todo para esta vida y las próximas. Ayer volví a ver el anillo que te di, y lloré. Me lo puse en el dedo chiquito. Qué pasó? No agarramos bien la ola y nos la dimos contra un coral. La re concha de la lora. Suspiro. Cuando entienda todo esto seré más fuerte? Paz. Show must go on. Breath, breath in the air, don´t be afraid to care. /// Charla para adentro conmigo mismo, al lado de un fletero que prende un pucho con el final del otro, que lo escupe directo x la ventana mientras se calza el siguiente. Su voz era una mezcla de Tom waits y Alf. Suena Memphis la blusera. Marco el ritmo con el pie. Después de todo no estoy tan mal.

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