martes, 28 de diciembre de 2010

Historia de una lata de cerveza sobre la mesa del tren.

Viajaba en un tren, casi seguro que andaba por el norte de Italia, cruzando los Alpes. Sí, iba por ese camino, rumbo a Francia. Me había perdido un tren por quedarme dormido en la terminal de Zurich, en Suiza y tuve que tomar otro que se desviaba por italia pero como suele sucederme, yo no tenía ningún apuro en llegar adonde nadie me esperaba.
"Allí tomar alcohol es más sano que tomar agua." Había leido eso una vez en un libro de no me acuerdo qué y en Holanda una vez pedí un vaso de agua y me trajeron una cerveza.
Viajaba solo y en una estación, cerca de Milan subieron 3 alemanes entre otras gentes de colores varios, pero ellos 3 se sentaron a mi lado. Mi cabeza estaba emparchada a la ventana así que recién di con que había gente en mi compartido unos minutos o algunas horas después de su embarco. No llevaba reloj. Escucho que hablan entre ellos. Yo venía de meses viajando escuchando otros idiomas y meses de no abrir mi boca más que para comer, y sólo la abría en forma de sorbo porque nomás tomaba café o en forma de cigarrillo porque allí había de los de marca Dunhill y a mí me apatecía fumar todo el día.
Veo que piden algo a un mozo del vagón comedor que pasaba caminando por el nuestro y detengo mi mirada en la ventana a ver sin pestañear una fábrica nuclear, y supe que sólo había visto una en Los Simpsons, pero esa era real y era inmensa. Cuando volví a mirar a la mesa que compartía con los 3 alemanes vi que había 4 cervezas y estaban ahí posadas sobre la mesita, hermosamente posadas sobre una servilletita color naranja. Qué linda imagen: Cuatro tipos en un tren con cuatro latitas de Carlsberg. Afuera hacía un frío imposible, pero ya había aprendido que allí se toma natural.
Nunca me miraron a mí o me dijeron en inglés o en alguna mímica que esa cerveza era para mí y que era cortesía de ellos. La cerveza estaba ahí frente a mí. La abrí y brindé agradeciéndoles sin cruzar palabra. Después vinieron unas más. Era intentendible para ellos estar tomando y que haya alguien en su misma mesa que no estuviese tomando también.
A los pocos días tomé un avión a Frankfurt. Todos tomaban bebidas alcohólicas. Las aeromosas en sus carritos preparaban tragos, de Bloody Marys y GinTonics hasta whiskys y vodkas. Yo sólo pedí vino tinto. Ya extrañaba mi casa.


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Felices vacaciones a todos. Me voy lejos. Vuelvo en un mes.
Y si quieren saber qué tema me llevaría a una isla, sería Jumpin jack flash. Que estén bien.
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COMO QUIEN NO QUIERE LA COSA. Una chica, a un amigo que le habla de otro amigo.
"Mirá, te agradezco. Pero a mí, lo único que me falta es enredarme en otro tipo".
CONSEJO DE UN TIPO DE POR AHÍ.
"Una mina está con vos cuando te quiere presentar a una amiga."
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Recomendado de hoy. Cervecería Lopez.

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