lunes, 31 de agosto de 2009

Posible comienzo de una amistad con el guardia de la noche.

22.00hs.

Don, usted es del piso 14 no? Disculpe el entromentimiento, pero estoy acá, un poco solo vio... Usted no tendrá el diario por casualidad? Así leo algo, y me informo un poco. Me gusta leer sabe.
No, disculpeme. No leo el diario. Pero sí tengo muchísimos libros. Quisiera alguno? Se lo mando por el ascensor. Es más, ya sé cuál podría leer. Le mando para que elija.
Bueno, si a usted le parece. Pero no es mucha molestia?
En absoluto. Ya le mando algo. Después, me lo deja ahí en el cajón de su escritorio y a la mañana cuando me voy lo retiro. Le parece?
Perfecto. Es usted muy amable.

Subí a casa, dejé la puerta abierta del ascensor, y busqué en mi biblioteca. No quise aburrirlo y pensé en textos que puedan terminarse de leer en una noche, y le envié "La isla desconocida" de José Saramago, Una National Geographic, Un libro de Quino, y Short Cuts, de Raymond Carver.

Pensé en que me gustaría ser portero. Así tendría mucho tiempo para leer y observar, y escribir.
Pero después lo pensé mejor.
Espero poder seguir enviándole libros. Aunque no recuerde su nombre, para mí tiene cara de Jaime. Así se llama mi nuevo amigo.
Siempre pensé que es mejor recordar las circunstancias de las relaciones, que los nombres de los que participan en ellas. (*)

1 comentario:

  1. me encantó la frase: "Siempre pensé que es mejor recordar las circunstancias de las relaciones, que los nombres de los que participan en ellas"

    quiero leer más cosas... de esas que tendras guardadas y no subis.
    y te repito: Escribis muy bien nene!Un don increible!
    besos!
    Tely

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