Escuchando Mother de Pink Floyd, viendo un cielo oscuro, entré forzado en un sueño despierto. Estaba en la playa de una isla en el medio del océano. Irreconocible, y sin nadie por ningún lado. Parecía solo desde hace mucho tiempo.
Era en ese momento del día en que podría ser tanto de atardecer como amanecer.
Completamente solo, y justo antes de que empiece el solo de guitarra, vi venir a alguien a lo lejos caminando por la costa. Traía un jean claro arremangado por debajo de las rodillas, y una musculosa blanca. Vi que se parecía a mí, y cuando se acercó más, se sentó cruzado de piernas, a medio metro mio.
Era yo pero más viejo. Como 20 o 30 años más que yo en ese momento. Pero era yo. Me miró, y con una sonrisa de buenos dientes, me dijo pausadamente: Está todo bien. Apoyó su mano en mi brazo y volvió a sonreír. Se paró y siguió la dirección que traía.
Esos tipos no pueden haber hecho un tema tan bueno.
lunes, 17 de agosto de 2009
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que lindo
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