miércoles, 10 de noviembre de 2010

Escape mental de una clase de geografía europea.

Le hacen una pregunta. Ramirez no contesta. Está a mil años luz, pero la subida de tono lo volvió a tierra de un saque.

-A dónde estaba Ramirez?! Por cuál galaxia andaba volando ahora? Cuéntenos a todos a ver, cuéntenos.

-Disculpe Señorita. Estaba pensando -mira por la ventana-. Pensaba que en los discursos de mayores, de la gente grande, las mujeres siempre forman parte de las cosas que el atacante ve como malas. La frase se estructura algo así: X pierde su tiempo y su dinero en el juego, en las mujeres, las drogas, el alcohol...Como si fuesen una cosa más entre todas esas cosas de mala naturaleza aparente, o una adicción terrible o un placer pecador y prohibido, una desviación del camino correcto...En eso pensaba. Ayer fui al teatro y en la obra la madre retaba a su hijo por andar metido en esos desvíos. Incluso ella que era mujer entonaba "mujeres" como entonaba drogas, alcohol y juego. Con la misma cara de desprecio y asco como esa cara que nos hace poner la profesora de francés para entonar bien su idioma. Y disculpe, pero escuché su pregunta anterior -la mira y vuelve a mirar por la ventana-. El río que atraviesa el norte de Italia es el Río Po. Hermoso río. Le recomiendo que vaya a Turín. Podría aconsejarle dónde hospedarse.
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Dicen que todas las minitas morían por él.
No lo sé. Por los pasillos de los lockers se comenta, vio.

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