lunes, 8 de noviembre de 2010

Reunión nocturna del Grupo Pacifista Anti Vandalismo incapaces del daño.

Hablaron de paz y de dar las gracias y de nunca ocultar nada a nadie. De ser siempre sinceros y amables, de cuidar del medio ambiente y a las personas y a las cosas y a todos los animales del mundo. Se despiden más o menos a las tres horas. Ya estaba bien entrada la noche y al otro día había que trabajar... Upa. Uno se olvidó las llaves arriba. Toca el portero.

-Eu, me olvidé las llaves, ahí en la mesita.
-Dale. Te las tiro por el balcón.
(Las llaves caen como Manzana de Newton, pero toman velocidad repentina y emprenden una leve curva hacia la calle. Caían de un piso cuarto)
-Uh no, el auto!-Grita uno al ver el cacofónico inevitable futuro infortunio.

(Las llaves caen secas sobre el techo de un auto que cometió el inocente error de estar estacionado bajo la casa de los pacifistas. Luego del estruendo de la chapa, hay 3 segundos de silencio y quietud. Quien esperaba las llaves abajo las levanta del techo del auto rápidamente y se las mete en el bolsillo del saco y mirando para arriba con un tono de mafioso siciliano dice)
-Bueno, nadie vio nada, no?

Y se perdió en la noche mientras los que se quedaron arriba cerraban la persiana rompiendo el record guinness de rapidez de cerrar persianas.

---
Aparte. Conozco a un chabón que es de San Antonio de Areco y es igual a un dibujo de Molina Campos.

1 comentario:

  1. Tomar la actitud de mafioso siciliano es la mejor opción en estas situaciones.
    Ya sea rompiendo el techo por culpa de un olvidadizo de llaves,
    o arrancando el espejo retrovisor por culpa de una pobre infeliz que no tiene dónde pintarse los labios.

    Bah, igual ya lo sabías, deja vu.

    En Once venden unas cadenitas buenísimas para engancharte las llaves. A mí no me gustan pero las recomiendo.

    ResponderEliminar