lunes, 1 de noviembre de 2010

Viaje ida Ferrocarril Urquiza 8am. Sol.

Dedicado a quien en silencio dialoga solo.

"Yo creo en el destino y así no me hago problema por todo. Se me hace que vivir así es un poco más fácil. Pensá. Si algo te pasa es porque te tiene que pasar y así no andás pensando en qué hubiese pasado, por qué la dejé, qué hacía saliendo con esa mina, qué hago con mi trabajo, cómo voy a pagar las cosas. Y es así con lo que sea. Si creés, todo te tiene que pasar todo el tiempo que te tenga que pasar. Nadie puede decirte que lo que estás haciendo es una idiotez. Menos si sos un idiota."

Viajan policías a mi lado, en la otra ventana, cruzando el abismo del pasillo que me separa de todo el universo. Ambos tienen sus sombreros descansando en sus rodillas.
"...La muy puta quedó embarazada cuando yo la estaba por dejar. Y me casé. Me casé porque mi familia es una mierda y me obligaron a hacerlo. Me arrepiento tanto.-Mira por la ventana y vuelve a mirar a su compañero que está frente a él- Son tanos re tanos viste..."

El tren viaja casi vacío. Es un hermoso tren y un día precioso, de esos que te dejan en carne viva. Nunca sentiste que tu hipersensibilidad puede hacerte picar la piel? Cuando bajé, pasé frente a un edifício histórico. Lo decía una placa. No alcancé a ver histórico de qué. Estaba todo cubierto con fotos de perros desaparecidos y cartelitos pegados por sus dueños desesperados dando información. Algunos ofrecían hasta 1000 pesos a quien los encontrara.

Al final de ese lindo día lloré desconsolado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario