Ella dice:
Sí, me casé. Tengo mi auto, mi casa y mi marido.
Yo digo:
Qué bien! Todo lo que te exige una buena tarjeta de crédito. Te falta el perro y la cerca blanca.
Ella dice:
Ya tengo perro. 2.
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Compartiéndo la situación con un amigo:
Él dice:
En el fondo es lo que quieren todas.
Yo digo:
No. En el fondo es lo que no quiere nadie.
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Más tarde, charla primera:
Ella dice:
Ah, si tenés algún problema, ojala no,.. o tus viejos se quieren separar...o un accidente de trafico, avisame. Mi marido tiene un estudio juridico.
Yo digo:
Gracias por el dato. Si te morís avisame que conozco a un tipo que tiene una casa de sepelios.
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No me puedo evitar.
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La garcha de todo esto, es que para qué viniste al mundo realmente, te vas a dar cuenta cuando te mueras. Mientras la que va, es creer que lo sabés o no preguntártelo.
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