-Tenía tantas ganas de decirle algo tan acertado viste. Algo que no dejara a confusión de que el tipo para ella era yo.
-Y qué le dijiste?
-Nada. Lloré. Después de que entrara a su casa caminé hasta la mía. No sé cuántas cuadras son. Se me escarchaban las lágrimas. Viste cuando hace tanto frío que el cigarrillo te arranca la piel de los labios...
-Repetidas veces.
-Llegué todo cortado. ¿Cómo se hace un duelo por alguien que está vivo?
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