miércoles, 13 de octubre de 2010

La cita más extraña del mundo. Declaración en la comisaría.

4am. Comisaría 33. Mientras le cuento los hechos, los confundidos dedos del fiscal Gutierrez se adentran en una aventura llamada Máquina de Escribir.

"La chica era medio extraña, pero yo ya estaba ahí. Voy al baño, me dijo. Ponete cómodo.
Entré al living, vi sus libros, y encontré al final de la biblioteca una puerta entornada. Venía mucho frío del otro lado. Intenté cerrarla pero la curiosidad me hizo entrar. No voy a abundar en detalles de cómo me sentí yo, símplemente le describo la escena. Dos puntos: Era un cuarto de paredes negras, pequeño de como 3x3. Del techo salía un aire frío, se veía el humo blanco bajando y perdiéndose en la oscuridad del piso. Había una sola luz. Una bombita de bajo consumo. Y en la pared, el terror puro. Bolsas de cuerpos colgando de un riel que daba la vuelta a las 3 paredes. Bolsas de plástico transparentes, rellenas de gel y hombres desnudos adentro. Me acerqué al primero y vi que tenía anotada una fecha. Era la fecha de ayer. Cuando el cuerpo me miró salí corriendo. Cerré la puerta, o no, no me acuerdo, y salté por la ventana. Vivía en un primer piso. Y así fue como abollé el techo del patrullero oficial. Lo siento mucho."

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Cosas que me invento para escapar de una cita.

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