viernes, 1 de octubre de 2010

La paz de mi padre.

-Pa, estoy confundido. No sé qué quiero hacer.
-Quedate tranquilo Germán.- Me abrazó un minuto reloj. Después se apartó para mirarme otra vez- Vas a estar confundido siempre.

Volaba una vez con mi madre cuando estaban juntos. Iban los dos a no sé qué ciudad de Estados Unidos. Mi mamá nerviosa sintió un ruido en un ala.
-Fernando, Fernando! -lo llamó agitándole el brazo, provocando que vuelque su gaseosa dietética- Qué pasa en el ala? Qué pasa?!
-Matilde, tranquila. Por favor. Si se cae el avión y no te morís en el impacto, te comen los tiburones.


3 botellas tamaño avión después, mi madre dormía como una hermosa niña con su osito perfumado.
Con respecto a mí, dejé de cuestionarme todo todos los días.
Ahora sólo lo hago de domingo a martes.

2 comentarios:

  1. este tema le calza como un guante a la historia de tus papas, muy muy muy

    http://www.youtube.com/watch?v=qikRcAiCtKM

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno! me encantó!! saludos!

    ResponderEliminar